lunes, 14 de noviembre de 2011

Vacunas contra el subdesarrollo


La Primera Ministra australiana Julia Gillard
y el Presidente surcoreano Lee Myung-Bak.

He leído los últimos comentarios del visitante el Yuma en la entrada anterior y no puedo evitar llevarme la impresión de que le falta mucha, mucha información. Su diagnóstico de las sociedades capitalistas es de pena porque parte desde prejuicios evidentes. Concluye que la inmensa mayoría de las naciones son capitalistas y que el mundo está en severos problemas... ergo, el capitalismo no sirve como solución para Cuba. Sin duda ha visto grandes problemas sociales en muchas partes del mundo, pero a la hora de encontrar el factor común de sus problemas has recurrido a una visión ultra-economicista y antediluviana... todos son capitalistas, así que el capitalismo no resuelve nada, sino que trae problemas, ¿o no?


Capitalismo Cruel

El problema ineludible en ese debate es que para proponer soluciones al subdesarrollo hay que mirar aquellos ejemplos que han salido de él en las mejores condiciones posibles. Por otra parte, para proponer críticas al desarrollo hay que ver qué ejemplos se escogen, dónde se hace cherry-picking, y dónde el que debate se hace el de la vista gorda con las numerosísimas excepciones de su regla.

Para saltar directo a ejemplos, leí muchas quejas sobre que las grandes potencias económicas, esos "países occidentales donde", supuestamente, "toda la riqueza viene de robos, colonialismo, guerras, abusos de recursos, consumo de drogas, trapicheos humanos de todos tipos, monopolios industriales, explotación..."


Esa concepción está muy difundida desde hace mucho tiempo, además de probadamente equivocada, y delata un pensamiento muy superficial.

Respecto al más extraño de los elementos, el "consumo de drogas", el sólo ejemplo de los Países Bajos deja claro que no detiene el desarrollo. De hecho, tener una política laissez-faire y de regulación mínima ha hecho, irónicamente, que en Holanda haya menos índice de drogadicción que aquellos países donde se lleva a cabo una descarnada "guerra contra las drogas".

El tema del militarismo es de mención menos extraña, pero no deja de ser endeble. Evidentemente se hace pensando en Estados Unidos, que desde mediados del siglo XX ha llevado a cabo políticas militares neoconservadoras... pero quizás valga la pena entender que el Neoconservadurismo y el Liberalismo son prácticamente opuestos: el primero busca expandir la democracia a través del uso mundial de la fuerza, con intervenciones militares y sanciones comerciales.... el segundo cree en difundir la democracia a través del librecomercio y la diplomacia.

Veamos a Suiza, el país más pacífico y neutral del mundo... tiene una gran riqueza conseguida a partir de políticas laissez-faire (capitalismo de mercado) que con el tiempo pudo mutar hacia algunas medidas proteccionistas y una especie de Estado de Bienestar 'light', pero no ha abandonado el capitalismo.

Costa Rica, quizás el único país estable y próspero de Centroamérica... no tiene ejército. Está prácticamente desarmado. De hecho, su presidente más famoso tiene un Nobel de la Paz (de esos bien merecidos) por su mediación de conflictos. Y aún así, los costarricenses han conseguido vivir en condiciones de libertad, democracia y tolerancia durante casi la totalidad de su último siglo. Les ha resultado conveniente.

Los contra-ejemplos son numerosos. Me tienen que decir donde está el imperialismo militar o económico de Nueva Zelanda, de Botswana o de Singapur, países que se levantaron desde la pobreza con librecomercio, democracia representativa y responsabilidad fiscal. ¿Dónde está el imperialismo Noruego, o su robo colonialista de recursos? ¿Dónde está el trapicheo humano de Barbados o las Bahamas? ¿Dónde está el abuso de recursos de Letonia, ayer un pobre satélite soviético y hoy una una potencia económica europea y uno de las 10 naciones más eco-friendly del mundo?

Por no hablar de que el robo de recursos, las guerras imperialistas, o la emigración desangrante no son autóctonos del capitalismo, como muchos pretenden vendernos. La segunda mitad del siglo XX nos proveyó de los ejemplos necesarios para negarlo. ¿En el siglo pasado, dónde se vio un imperialismo tan rápidamente extendido como el de la Unión Soviética? ¿Cuándo se ha visto un desastre económico y un estado de indefensión ciudadana tan grandes como los de Corea del Norte? Si comerciar con Estados Unidos y otras potencias occidentales empobrece, ¿por qué Vietnam se enriqueció en gran parte gracias a ese comercio, incluso en condiciones de franca desigualdad?

El problema de estas acusaciones al capitalismo está en que sus exponentes perciben defectos sociales muy extendidos y que SÍ son producto de sistemas nacionales, pero no de la aplicación del libe mercado. Aunque se haya dicho hasta el cansancio, vale repetirlo: las sociedades más estables del planeta son capitalistas. Las sociedades con mejor distribución de la riqueza son capitalistas y tienen estables democracias representativas.

¿Garantizan estas dos cosas prosperidad y felicidad bien extendidas? No. ¿Puede lograrse ese estado sin ellas? Absolutamente no. Todo depende de la penetración de valores muy específicos dentro de la sociedad, como amor por el trabajo, por la competencia con colaboración, por los resultados a largo plazo, por el disfrute y el respeto de la propiedad privada, por la libertad plena con responsabilidad, por la buena elección de los representantes políticos, por el ajuste de cuentas periódico y riguroso al gobierno... y muchos más. ¿Es fácil lograr esto en sociedades capitalistas y democráticas? No. Ahí está el ejemplo de Colombia. Pero es mucho más fácil lograr ese avance en Colombia que en Cuba, al menos mientras persista allí esa impunidad de la que goza el gobierno. ¿Cómo se hace? Como mismo se aprueban los exámenes cuando uno está perdido en el llano... imitando el comportamiento de los estudiantes exitosos.


Teoría de la dependencia




Mucha gente (como "el Yuma") habla de la expropiación de riquezas y el colonialismo (casi medio siglo después de que el colonialismo desapareciera por completo) como si se tratara del alfa y el omega de la diferencias económicas de hoy. Muchos por el mundo están subidos todavía a la desacreditada "teoría de la dependencia": los países capitalistas ricos explotaron tanto a los más pobres que estos últimos todavía no se han podido levantar. Claro.
Pero la realidad desmonta esas supercherías.

¿Por qué le hacen caso a la Teoría de la Dependencia para explicar la pobreza latinoamericana? Nuestro continente también ha tenido una larguísima Historia de proyectos de estatistas ineficientes, corruptos y obstaculizadores de la inversión y la competencia. ¿O por qué todavía explican el subdesarrollo africano a partir de esta teoría? Todo el mundo habla de la explotación en África, pero pocos recuerdan al socialismo africano arruinando aún más a países como Tanzania, Mozambique, Angola o Etiopía. De hecho, el mayor problema para el desarrollo africano son los Estados grandes, corruptos y no democráticos, que roban la ayuda humanitaria e imponen tributos excesivos.

Esto no lo digo dogmáticamente sino por la misma experiencia africana, sobre todo en temas tributarios. Algunas tasas de impuesto en África son las más altas del mundo. A mitad de esta década que pasó, en Tanzania, la tasa del 30% entra a los 475 USD de ingresos, con un 30% adicional de valor agregado que le ponen a todos los productos. Esas altas tasas de impuesto han hecho imposible crear capital en esos países. Como resultado, no se construye infraestructura, ni industria, ni nada. Los países africanos pobres tienen los salarios más bajos del mundo, pero una compañía como por ejemplo Nike, que le convendría crear trabajos allá, no puede abrir una fábrica por esas opresivas tasas de impuesto. Los impuestos han matado cualquier posibilidad de desarrollo económico y, como resultado, se han vuelto completamente dependientes de la caridad internacional, de préstamos. Y la peor parte es que siguen esos estados enormes siguen elevando los impuestos para probarle a los acreedores internacionales de que pueden pagar la deuda. Y ni siquiera se puede decir que Europa se aprovecha de ellos, porque ya les han condonado la deuda!! A través de la iniciativa HIPC el FMI y el Banco Mundial han condonado parcial o totalmente la deuda de varios países pobres, como Nicaragua y Bolivia, las dos Repúblicas del Congo, Mozambique, y otros más. Pero los impuestos y la corrupción los han encerrado en una perenne depresión económica.

Sólo esos países que han iniciado una tradición democrática y fiscalmente responsable, como Botswana, o más recientemente Nigeria cuando reconquistó la democracia en el 99, han tenido desde entonces un crecimiento anual estable y continuo. En el terreno político han aparecido baches y conflictos internos, pero poco a poco Nigeria ha llegado a tener sus primeras elecciones estables y no disputadas de su Historia, este pasado Abril, y el FMI proyecta un 8% de crecimiento para este año, además de que se espera que sea parte del N-11, once grandes economías del siglo XXI.


El salto de los pobres


Bridgetown, capital de Barbados.

Los detractores del liberalismo me dirán cómo son posibles los casos de Botswana, Nigeria, Taiwán o Singapur... ¿cómo se entiende que países pauperrímos, casi arruinados, inestables y "periféricos" pueden llegar a convertirse en algunas de las principales economías del mundo, con mercados abiertos y elecciones democráticas, en menos de dos o tres generaciones? ¿Cómo llegaron a ser los NIC, los "tigres asiáticos? Sin ir tan lejos... ¿cómo se explica la prosperidad de varias antillas anglófonas, apenas sin recursos ni extensión territorial?

Tomemos Barbados y Haití, por ejemplo. En una de mis primeras entradas, "El Abandono de la Habana por los Ingleses", se los robé a Carlos A. Montaner, quien los menciona como ejemplos contrastantes. Es una comparación iluminadora. Barbados y Haití son dos países muy similares en muchos aspectos: ambos tienen más o menos la misma composición étnica, ambos fueron colonias de metrópolis europeas, destinadas exclusivamente a plantaciones esclavistas. Sin embargo, Haití lamentablemente sigue siendo un auténtico desastre, mientras Barbados, a pesar de no tener ni extensión territorial ni recursos preciosos es el país con mayor PIB percápita de las Américas, detrás de EEUU y Canadá, y uno de los 40 países con mayor Paridad de Poder de Compra (PPC) que es el medidor más preciso de la igualdad económica y la salud de la clase media.

Seúl, capital de la República de Corea.

Tomemos a Corea del Sur, por ejemplo... un país que fue devastado por una guerra, que vivió buena parte de su Historia bajo un Estado totalitario, al que todos los "especialistas" socialistoides (la CEPAL, por ejemplo) condenaban a la pobreza de la periferia... y en cuestión de dos décadas el país ha saltado de una pobreza atroz a una riqueza espectacular, todo desde que inició su camino de fuerte estabilidad democrática y de mercados abiertos.

Hoy en día, Surcorea tiene niveles de estabilidad democrática altísimos (sólo superados en Asia por Japón, según Freedom House) y al mismo tiempo ha combinado su crecimiento con igualdad. Entre 1980 y 1997, su coeficiente Gini, usado para medir desigualdad de ingresos, cayó de un 0.33 a un 0.28, algo excepcionalmente bajo. Volvió a subir un poco durante la crisis asiática de 1997-98, pero en el 2010, ya había bajado de vuelta a 0.31, un poquito peor que la media de los países escandinavos, e incluso un poco mejor que Canadá. Y no es que la crisis no los afectara, pero fueron el país con la recuperación más rápida del mundo. Entre junio del 2008 y febrero del 2009, Surcorea perdió 1.2 millones de empleos. Su sistema financiero relativamente abierto la hizo vulnerable a la volatilidad en los mercados mundiales, una vulnerabilidad que aún mantiene. Este septiembre hubo una fuga de capitales de bolsa de más de 1.3 billones de wones (1.1 mil millones USD) y la moneda se desplomó un 10%.

Sin embargo, en el 2010, el PIB creció un 6%. La expansión de este año es probable que sea del 4%. ¡¡¡La tasa de desempleo es de un 3%!!! Algunas de la explicaciones de la recuperación es la feliz dependencia que tienen con China; Surcorea exporta más bienes de capital a China en relación con el tamaño de su economía que cualquier otra nación, incluso Alemania. Pero esto es sólo parte de la explicación, que también pone en contexto la desaceleración china. El gobierno también inició un plan de obras públicas que absorbió más del 2% de la fuerza laboral, entre las que se encontraba las masivas labores de descontaminación del río Cheonggyecheon. El gobierno también introdujo una pensión de vejez y comenzó, para luego ampliar, una muy esperada deducción de impuestos sobre ingresos... todo esto de la mano de un presidente visto como derechista y pro-corporaciones, ex director ejecutivo de Hyundai Construction. ¿¡Cómo es esto posible!?

Lee Myung-Bak, publicitando la reclamación del Cheonggyecheon.

El error craso de los que ignoran esto es el de creer que la Historia y el presente quitan credibilidad al capitalismo democrático. China se ha vuelto la gran justificación de los que quieren crecimiento sin ceder el poder; pero China, con su capitalismo de Estado, depende de la cuidadosa selección gobernantes tecnócratas seguidores de Deng Xiao-Ping que se suceden con periodicidad. De subir otro maoísta al trono, otro gallo cantaría. Es verdad que la falta de democracia en China ha facilitado la construcción de infraestructura; es muy fácil hacer una presa o una carretera con sólo relocalizar hacia condiciones inhumanas a los pobladores que estén en el medio. Es muy fácil manufacturar con trabajadores con derechos casi nulos, apenas esclavos con bajísimos salarios.
Pero la India, una nación democrática y con sus propios tormentos, que no goza de las ventajas evidentes del totalitarismo bien gestionado, amenaza la hegemonía de China con su enorme población, cada vez más joven y mejor preparada, que nunca tuvo que pasar por la política de hijo único. Se espera que la India supere el crecimiento de su vecina roja en pocos años.


China vs. India

Las justificaciones cubanas

Por supuesto, como en debate del tema cubano toda crítica al capitalismo se complementa con una apología del modelo revolucionario, siempre acaban mencionándose los famoso índices sociales de la isla, esos índices que tantos de nosotros sabemos tremendamente inflados. Hechos que normalmente se evitan: en Cuba la mortalidad es de primer mundo, sí, pero la morbilidad es del tercero. Los hospitales disponibles al público general en La Habana están llenos, en pobres condiciones, con falta de recursos básicos, con demasiados estudiantes internacionales de medicina (muchos de los cuales son verdaderos incapaces) que sustituyen a los médicos cubanos que cumplen misión (tercer renglón de ingresos al país). En los 6 índices de servicios básicos (eletricidad, distribución de agua, transporte, alimentación y comunicación) Cuba está en niveles muy, muy malos, y estamos hablando de un Estado que siempre ha tenido la posibilidad de tomar todas las decisiones económicas, con todo el control político, con todos los recursos en sus manos. Y en los 6 aspectos ha fracasado paulatinamente.

La Revolución Cubana triunfó en el 1959. El bloque socialista cayó en el 89-90. Pues resulta que Juan Triana Cordoví, profesor de la Universidad de la Habana y miembro del Centro de Estudios de la Economía Cubana, ha reconocido que en 1958 el país era menos monoproductor, menos monoexportador y menos dependiente de una potencia extranjera que en 1988. ¿Cómo es posible, si en todo ese tiempo recibimos muchos más subsidios económicos que los que dice el Yuma que explican la estabilidad de Polonia? ¿Cómo es posible que estemos tan atrasados habiendo tenido tantas oportunidades?

Se usa mucho al embargo estadounidense como chivo expiatorio, y yo estoy a favor de su levantamiento, pero... hasta hace tan sólo 3 años, a pesar del embargo, Estados Unidos era el 5to socio comercial de Cuba y nos vendía el 80% de los alimentos que comíamos, todos pagados por adelantado y al contado. Así está nuestra reputación crediticia y nuestra demanda de importación de alimentos. ¿Qué cuenta Cuba para ofertar a EEUU? Ya no producimos azúcar, y tampoco es solvente rescatarla. El tabaco y el café se producen poco y no pueden competir con otros mercados, ni siquiera como artículos de lujo. ¿Qué servicios podemos ofertarles? ¿Turismo? Según trabajos no publicados (que yo sepa) hechos por la Facultad de Economía de la Universidad de la Habana, la desvencijada industria turística cubana no puede absorber la oleada que produciría el levantamiento de las restricciones migratorias estadounidenses.

¿Qué productos podemos venderles? ¿Derivados del petróleo subsidiado por Venezuela y refinados en Cienfuegos? No son suficientes. Y si lo fueran, ¿qué pasará cuando Chávez no esté? Cuando se hizo público que el mandatario padecía de cáncer ya era visible que su manera caudillista de manejar la política había debilitado a su propio partido: una indagación de la encuestadora Keller & Asociados arrojó que más del 65% de los venezolanos no pretendían votar por otro candidato del PSUV que no fuera Hugo Chávez. Ni Adán Chávez, ni Nicolás Maduro tenían números de esperanza... el índice más alto se lo llevaba Elías Jaua sólo con un 9%. Y el mes pasado, otra encuesta mostró que Chávez perdía frente al candidato de la unidad, 39% a 51%, y que un 63% de los encuestados manifestaban su desaprobación de la gestión del gobierno en temas como inseguridad, costo de vida, corrupción, narcotráfico, desempleo, pobreza y vivienda, frente a un lastimero 15% de aprobación. No es de extrañar. Es una locura que el país que es quinto exportador de crudo del mundo y el quinto país que más invierte en energía haya iniciado a principios del año pasado un programa de racionamiento de la electricidad (sí, eso significa apagones) que se sumó a su racionamiento del agua y la leche.

De hecho, los únicos números que apuntan a un triunfo chavista son las encuestas del PSUV.



¿Y este gobierno ineficaz e irresponsable ha sido la tabla de salvamento de la "Revolución"? ¿No puede salir el gobierno cubano de la mentalidad de los subsidios?

Ah sí, hemos desarrollado una industria biotecnológica, ¿no? ¿Qué pasa con eso? Pues otros podrán hablar más y mejor de esto, pero se sabe que los productos biotecnológicos cubanos no encuentran mercado en países que no nos embargan (también dicho por Triana Cordoví). Tampoco no lo tendrían en EEUU ante un hipotético levantamiento de las restricciones, por las mismas razones: ...porque el 80% de la cartilla del Polo Científico son productos genéricos, y eso no se vende caro.

Tan sólo hay 2 ó 3 productos innovadores, que son los que pagan el resto de la investigación. Está, por ejemplo, Heberprot (para la terapia de la úlcera del pie diabético), así como algunos anticuerpos del Centro de Inmunología Molecular, pero la biotecnología es un negocio muy caro en el que el gobierno cubano ha entrado a gastar sin un plan conciso de cómo maximizar los ingresos. Llevar un producto hasta ensayo clínico cuesta hasta 400 millones de dólares... luego si triunfa ya paga la investigación del resto, pero hay que contar con el dinero inicial y no malgastarlo en proyectos riesgosos o no rentables.

Si se levantara el embargo la investigación definitivamente saldría más barata, y EU es un mercado muy bueno para esos productos innovadores que son como la locomotora del resto de la producción, pero tiene trabas más allá del embargo que no se van a ir a ninguna parte. Ya Cuba ha tenido un sabor de esto. A pesar del embargo se han podido introducir en USA unas pocas patentes, todas excepcionales, pero incluso entonces se insertan mal por el pésimo marketing que tienen. Se aprueban determinados permisos en el gobierno, pero sólo para presentar las patentes, no para comercializar. Luego las empresas farmacéuticas estadounidenses, que son bien proteccionistas, desacreditan en sus publicaciones a los productos cubanos, y eso sí no tiene nada que ver con el "bloqueo" o el embargo estadounidense... así hacen siempre con la competencia y así hacen con Cuba. Cogen los productos cubanos y los ponen de contraejemplo, publicando ensayos donde los controles negativos son los productos cubanos. Y hay que aceptar que en ese juego las agencias regulatorias americanas (como la FDA) siempre responderán a esas grandes empresas, no a Icimab ni a Heberbiotec. Así funciona el mercado estadounidense al que Cuba aspira, sin importar el embargo. La Agencia de Medicinas Europea (EMA, por sus siglas en inglés) trabaja exactamente igual. Protegen sus mercados.


Lo primero que hay que hacer es que el Polo pueda contar con sus ingresos para la investigación para mejorar el nivel de vida de sus trabajadores y así amortiguar la fuga de capital humano, pero el gobierno bloquea estas reformas. Los ingresos antes pasaban al Consejo de Estado, ahora pasan al CITMA, pero siempre han servido para comprar leche en polvo y para la Batalla de Ideas. Eso es desvestir a un santo para vestir a otro. Si alguien en el gobierno cubano cree que la Biotecnología cubana es una apuesta segura, tiene que dejarle oxígeno.
No puede seguir desangrándola mandando el dinero para el primer capricho que se quiera cubrir.

Eso, en última instancia ha sido el gran problema de Cuba: su mala gestión.

Los ingredientes imprescindibles

A estas alturas del juego, uno pensaría que decir que el capitalismo y la democracia no son parte de la receta para saltar de la pobreza a la riqueza es síntoma de ceguera. Habría que haberse perdido los últimos 25 años del siglo XX, en el que muchísimos países de la mal llamada "zona periférica" demostraron que podían crecer y darle mejor vida a sus ciudadanos con fórmulas liberales. Nadie puede negar su triunfo. Y aún así, malas explicaciones de la crisis mundial y del éxito chino le han dado fuerza una erróneas concepciones anti-mercantiles. Los jóvenes estadounidenses piden, además de regulaciones razonables, una intervención estatal que ignora lo estatizada que está ya la economía americana. Los planes de salvamento TARP del 2008, los frecuentes "planes de estímulo" inflacionarios de la Reserva Federal, la burocratización y los privilegios pro-corporativos en salud, educación y energía que desestimularon la competencia, bajando la calidad y subiendo costos... todo eso es intervención estatal, no liberalismo.

En Chile, copiando el estilo del Tea Party de poner en crisis a un presidente por problemas heredados de otros, los universitarios chilenos piden a gritos un mayor subsidio a la Educación, sin tener en cuenta que una opción universitaria pública puede conllevar a que los pobres paguen la educación a los ricos. Tampoco atienden a las causas primarias de la mala educación, que son la falta de mecanismos para encontrar y superar buenos profesores, casi siempre por obstáculos sindicales. De hecho, cuando el comunista Jaime Gajardo, presidente del Gremio de Profesores, se unió a las protestas juveniles por el fin del 'lucro', la CONFECH retiró de su grupo de demandas la petición de una evaluación real y con consecuencias del profesorado.

Y en España, al igual que en Chile, los jóvenes exigen generar ingresos estatales para la educación y el empleo a partir de la nacionalización de sus principales sectores, para luego fijar precios mundialmente, algo que revela su absoluta ignorancia sobre cómo funciona el mercado mundial.

En los tres países hay 'indignados' porque en los tres países hay serios problemas, pero achacarles estos al mercado (deformador e inhumano) o la democracia representativa (sobrevalorada y falsa) es a la vez una falacia lógica y una treta política. Los defensores del castrismo, esos que quieren mantener a Cuba como un símbolo de alternativa, como el anti-status quo, no se paran a decir que Cuba es un malísimo ejemplo para la causa de estos muchachos.

En Chile protestan por una educación superior que da cobertura pero está mal financiada, con graduados que no pueden insertarse en un mercado laboral favorable y con un empleo de profesores que prioriza muchas cosas antes que el mérito y los resultados.... Todo eso es peor en Cuba.

En España protestan por las pocas oportunidades democráticas que da el entronizado bipartidismo, además de la deuda externa, el empobrecimiento general de la población, las recientes medidas de austeridad, y la falta de contacto que la tiene la clase política con el pueblo.... Todo eso es peor en Cuba.

En Estados Unidos protestan por la mala política monetaria de su banco central, el malgasto del presupuesto federal, y los privilegios y tratos a puertas cerradas que el gobierno le concede a las empresas, o sea, de la malísima intervención del Estado en la economía, el secretismo y la corrupción.... Todo eso es peor en Cuba.


No puedes caerle muy bien el castrismo... ¿verdad?

Al final del camino, tendremos que sacarnos los prejuicios políticos de la cabeza y emular a las sociedades que sí han logrado salir de la pobreza. En Cuba el raulismo intenta copiar un modelo chino que es incopiable por sus dimensiones, o uno vietnamita que es imposible sin EEUU. No quieren soltar el control no porque el Estado es el garante de la estabilidad, sino porque la apertura mercantil y la democracia los llevarían a una pérdida del poder que no están dispuestos a ceder hasta luego de morir, y quizás ni eso. Pero que nadie se deje de engañar... existen soluciones para Cuba. Es más, existen soluciones más allá de cualquier variante socialista... implican dejarle las riendas del país a los cubanos. Implica soltarnos y dejarnos disfrutar con el fruto de nuestro trabajo. Implica dejarnos cooperar como queramos y elegir libremente a nuestros representantes, a los que sometamos a evaluaciones periódicas. Implica copiar el modelo de países muy pobres, como Surcorea, que lograron salir de la pobreza del estatismo y convertirse en una de las primeras economías del mundo.

Sobre todo, implica tener un debate público y una educación reformada, de manera que se puedan exponer sin temor estos valores a la sociedad cubana.

Porque es fácil demostrar que si bien la democracia y el capitalismo no son garantía ninguna de éxito, son partes imprescindibles de su receta.

- Melkay -


PD: defensa de los valores sociales... "¿Por qué Colombia es pobre?"

jueves, 10 de noviembre de 2011

Una fuerza más poderosa*


De arriba a abajo, según las manecillas del reloj:
- el movimiento de Mohandas K. Gandhi en la India.
- las sentadas por los derechos civiles en EEUU.
- las marchas de las Damas de Blanco en Cuba.
- la gran huelga del sindicato Solidaridad en Polonia.
- las manifestaciones por el "NO" en el referendo que derrocó a Pinochet en Chile.
- los mítines y boicots anti-apartheid en Johannesburgo, Sudáfrica.

El comentarista "el Yuma" inició un pequeño debate conmigo en la entrada anterior, en el que lamentaba (aún lamenta) la crítica fútil que algunos hicimos a los administradores del blog pro-gubernamental La Joven Cuba. El Yuma creía que debates como estos en lo absoluto afectarán al Poder en Cuba, que debía reírse de divisiones como la nuestra. Con esas divisiones, piensa él, el Poder gobierna mejor en Cuba. También piensa que es inútil incluir en discusiones sobre el futuro de Cuba los entuertos pasados de este gobierno que dura ya más de medio siglo. Cree que no se llegará a ninguna parte con confrontaciones frontales o críticas descarnadas, proponiendo mejor una estrategia que él correctamente acuña infiltración, en sus palabras:

"... se usó en muchímos casos y es otro medio de cambio. Es lento, ni más ni menos que la desobediencia [pacífica], pero sobre todo legal. Me explico. Entrar sistemáticamente en todos los medios de representación posibles es muy importante. La juventud cubana tiene que apoderarse de las asambleas del Poder Popular, todos los puestos posibles de mando, de responsabilidad. Objetivo doble: entrar poco a poco en los órganos de poder y sobre todo obtener legitimidad popular."
He intentado responder a este criterio lo mejor posible, pues aunque me parece interesante, atractivo y con cierta lógica interna, también me parece profundamente equivocado. Ya que mis comentarios a él se hicieron más largos y dispersos de lo debido, los he condensado aquí en una nueva entrada. Faltaron algunas cosas. Si alguien lee esto y no se aburre, por favor, siéntase libre de contribuir.

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1. Todo pasa por exponer y confrontar al gobierno.

Me parece que el Yuma está aplicando una solución puramente de principios/valores a un problema práctico. El sistema cubano es tan centralizado y vertical que ningún debate de lo que "queremos para mañana" podrá avanzar sin incluir cómo obligar al gobierno a hacer cambios. Eso es una verdad irrefutable. Aunque sea un poco extenso, permítanme explicar por qué.

El problema, como él bien dice, es la hegemonía del gobierno revolucionario en Cuba. Creo que todos los cubanos buscamos una mayor participación en la vida política de la isla; partidarios o detractores del gobierno, todos queremos lo mismo. La experiencia dicta que eso no se conseguirá hasta que el gobierno haga ciertas reformas... pero ¿cómo moverlo a reformarse?

Los muchachos de la Joven Cuba parecen optar por una defensa del sistema vigente y de su cúpula de poder, para luego dejar caer críticas mínimamente confrontacionales. Los que pensamos más como Dantes o yo creemos más en la confrontación directa, de denuncia y exposición de sus malas políticas, no porque sea moralmente superior sino porque la experiencia dicta (en mi opinión) que más práctica.

El gobierno cubano necesita de dos cosas para mantener su hegemonía: la obediencia del pueblo y el apoyo de la opinión pública internacional. Ambos son legitimadores que le permiten echar adelante su agenda diplomática (a la que prestan mucho atención) y entablar tratos comerciales más ventajosos que compensen la mala gestión económica del Estado. El gobierno cubano ha demostrado, en su medio siglo de Historia, que liberaliza más mientras más presión económica y diplomática tiene encima. Cuba gozaba de la mejor relación con la URSS y de los mayores subsidios soviéticos (via el CAME) entre 1968 y 1980, época en la que la Revolución terminó de estatizar todas las propiedad (incluso las medianas y pequeñas), persiguió más agresivamente a las minorías (las UMAP), censuró más fuertemente la cultura y la libertad de pensamiento (el decenio gris) y malgastó más los dineros públicos (la Zafra del 70 y el envío masivo de tropas cubanas a África).



El juicio a Papito Serguera , pistoletazo de salida del "decenio gris".
Propaganda impresa de la Zafra del 70, descalabro agrícola sin proporciones.
Fidel Castro junto Mengistu Haile Mariam, el genocida etíope asistido por los militares cubanos.

Por otra parte, el período de mayores libertades se dio durante la década de los 90, en el que se legalizó la tenencia de divisas (con la excarcelación de los sentenciados por esa causa), se abrió el comercio agrícola, se expandió y organizó el "cuentapropismo" (una especie de sector privado pequeño y ultraregulado), se introdujo un flujo importante de empleos a través de la inversión extranjera y las empresas mixtas, se desarrolló el turismo y se reanudaron relaciones con varios países en busca de fondos, sobre todo en Europa Occidental. Las personas, luego de experimentar la mayor crisis económica de la Historia de Cuba, lograron salir poco a poco del atolladero y hasta se creó una incipiente clase media baja y hasta una clase de nuevos ricos, deformación que tuvo que convivir con un sistema comunista, pero abrió el camino para muchas cosas necesarias en la isla.

Luego, a principios de los 2000, cuando Cuba volvió a gozar de una fuerte alianza diplomática con un país que le daba importantes subsidios (esta vez Venezuela) hubo otro pico de represión. En el 2000 se inició la Batalla de Ideas, uno de los peores casos de malgasto de los fondos públicos por razones políticas. En el 2003 se hizo la mayor encarcelación de opositores y periodistas independientes (75 en total, en la Primavera Negra) y en el 2005 se cerraron numerosas empresas mixtas y zonas francas, con la justificación de que pagaban a profesionales en moneda dura de forma ilegal y creaban diferencias en el nivel de vida cubano (o sea, personas que no dependían del Estado, la mayoría de los cuales emigraron después).

Hoy en día, cuando hay tanto apoyo internacional por la disidencia interna (el ejemplo de las Damas de Blanco) y hay tanta presión económica sobre Cuba (fuga de acreedores a los que nunca se pagó, desabastecimiento, deuda, e incertidumbre con la reelección de Hugo Chávez) se regresa a una liberalización medio cocinada con las "reformas raulistas".

2. Todo pasa por la no cooperación y el debate.

Yo creo que el patrón es bastante claro. La única forma de mover al gobierno actual, que es el mismo de siempre, a permitir más libertades y ser más económica responsable, es aplicando presión. Presión. No hay otra manera. Y la única vía para hacer esto es a través del esfuerzo conjunto de todos los cubanos, dentro y fuera, así como de la opinión pública internacional. Pero la mayoría del extranjero no tiene interés por la política de Cuba, y la mayoría del pueblo cubano no busca una confrontación directa por miedo y falta de información. ¿Qué hacer?

Sólo se puede apelar a una confrontación pacífica, de no cooperación con el gobierno y frontal cada vez que se pueda. Esto sólo se logra a través de la persuasión y del debate... que es exactamente lo que queremos hacer en blogs como LJC. La mayoría de los otros blogs oficialistas censuran el espacio de debates para neutralizar el paso de información hacia los lectores pro-gobierno. LJC no. Así que no podemos simplemente decir "Ok, ustedes piensan de una manera, nosotros de otra, y sigamos tan tranquilos". No. Sólo se puede limitar el poder del gobierno aunando más gente, y para eso es necesario debatir (por erróneas y apologéticas) las opiniones de jóvenes como Harold, Roberto y Osmany. No queda otra. Querer tolerarlas por evitar la división y la enemistad no sólo está mal por razones de principios... también está mal por razones prácticas.

Es verdad que parece que el debate no llega a nada... es verdad que al parecer el sistema se hace más fuerte, pero sólo se puede lograr apoyo para los pocos valientes que realizan desobediencia civil en Cuba a través de la información y de la persuasión de valores. Nadie informado o íntegro defiende una dictadura como la cubana. No vamos a tomar las armas y confirmar sus mitos paranoicos de agresión externa. Sólo queda la desobediencia civil y el apoyo a esta. Este apoyo sólo se logrará a través de propuestas prácticas (que se dan muchas), de mostrar el potencial histórico de la desobediencia civil.. y de RECORDAR el larguísimo historial de descalabros y crueldad del gobierno, para que el rechazo y la indignación aumenten hasta un punto en el que le hagan competencia a la apatía reinante.

Todo esto sólo se logrará hablando, lamentablemente. Demora, pero no queda otra.

3. Los problemas de la "infiltración".



Izq. Carlos Lage Dávila
Der. Felipe Pérez Roque, observado por su sucesor Bruno Rodríguez Parrilla

He escuchado el argumento de la infiltración antes. Alguien quiso vendérmelo con una metáfora de un cáncer imparable. Supuestamente ningún cuerpo puede resistir la multiplicación de células que hacen mutar a otras. Se puede demorar la muerte, pero a la larga el sistema colapsa.

Es una mala analogía. No funciona. Esa misma persona, la que me quiso vender la idea, "elevó" al último Congreso de la Juventud, desde una alta representación de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), una propuesta para hallar nuevas vías de financiamiento para la Universidad y buscar su autonomía total. Era (es) un texto suplicante y excesivamente argumentativo, proveniente de un comité de base "intachable".

Luego, Alejandro González, hijo del embajador cubano en España y representante del Comité Primario de la Universidad de La Habana en el Congreso, que había sido encargado de dar voz a estas propuestas... dijo lo que le vino en gana. Ni una mención.

No es de sorprender. Ustedes recordarán a Alejandro de esta foto, tomada frente a la casa de la ahora difunta Laura Pollán:


El control de la representación política y de masas es de los más estrictos (si no el más) que tiene la Revolución. No importa cuán pacientes sean los nuevos líderes, cuán alto lleguen o cuán sutiles sean, sus carreras siempre son cercenadas de forma definitiva. Lage y Pérez Roque son los ejemplos más recientes y más evidentes, pero no son los únicos que Saturno se ha desayunado.

Pretender que la infiltración metódica y paciente funciona es una utopía que ya rodó su camino. Ante todo, necesita la coordinación masiva y disciplinada de personas que viven en una cultura de apatía política. El Yuma se pone nostáligo con mi "rebeldía". ¿Yo, "rebelde"? Yo nunca marché en Cuba como las damas de blanco. Nunca grité verdades a un público sorprendido como hizo Antúnez en el 90. Incluso rechacé invitaciones a casa de Yoani Sánchez por mi miedo a la seguridad. Siempre fui un cobarde más del montón, y mi objetivo siempre fue el común: irme. Es sólo ahora que lo logré que he decidido que no puedo seguir callado, pero es ahora que estoy relativamente seguro (me juego el permiso de entrada). Allá sólo me limitaba a charlas en pasillos y salas, y alguna que otra respuesta incómoda y arengosa a profesores o dirigentes, como varios más. Y yo soy de los que no se aguantan en Cuba. ¿Se imaginan al resto?

La media, no, la mayoría de la juventud en Cuba tiene un único objetivo: irse. Unos piensan emigrar luego de graduarse, otros no pueden esperar a eso, pero casi todos los que pueden se van. Si no se van, llevan una vida de obediencia y de volar por debajo del radar para no poner en peligro ningún plan futuro de emigración. Nadie está dispuesto a ocupar cargos políticos que hacen incluso más difícil la salida; es más fácil viajar siendo un apolítico cibernético que un cuadro político profesional y aquellos pocos que hacen carrera diplomática saben que todos los viajes que hagan tendrán toda la vigilancia y los chantajes necesarios para que nunca "deserten". El Poder en Cuba se ha vuelto crecientemente eficiente en ascender a los que demuestran ser más sumisos, menos autónomos, menos capaces (para que siempre dependan del Estado) y menos ideológicos, o sea, más preocupados con la auto-preservación.

¿Pueden ver algún patrón aquí?

Entonces, seguir abogando por una intervención mínima, una "infiltración", es hablar desde el desconocimiento de las condiciones cubanas. Hace mucho tiempo el grueso de la sociedad hizo un pacto social de dos cláusulas: o bien 1) esperan a que el Cambio llegue solo, cuando la cúpula lo traiga, o bien 2) simulan y se camuflan ideológicamente todo lo que haga falta, hasta que se concrete algún plan de fuga que nunca se haya puesto en peligro.

Así son las cosas.

4. Todo pasa por el apoyo a la resistencia frontal y pacífica
... o, al menos, por no cooperar en desacreditarla.

José Luis García Pérez "Antúnez
Las Damas de Blanco
Guillermo Fariñas

Yo no digo que las condiciones de Cuba estén dadas, sin lugar a dudas, para el triunfo de la desobediencia civil. Pero allí donde la "infiltración" fracasa (por ser tan sutil y larga que en vez de crear shock y apoyo crea apatía) la resistencia pacífica y frontal vence. La desobediencia civil produce ejemplos visibles para todos los cubanos de cuántas cosas intenta tapar el gobierno. La desobediencia civil, si es continuada e intransigente, puede espantar un poco el miedo a la represión sobre el que descansa la inercia del castrismo. La desobediencia civil puede divulgar su Historia, recordando que no funciona siempre, pero sí logra triunfos muchas más veces y mucho más rápido que lo que muchos creen.

Ahí están los ejemplos de países tan diversos como la India, Estados Unidos, Polonia, Sudáfrica, Chile... todos en los que se dio un resistencia que ganó un apoyo abrumador en poquísimo tiempo y desembocó en un triunfo. Por Dios, hasta las Damas de Blanco lograron lo que se propusieron en menos de una década, y sólo eran unas pocas decenas, sin masas que las apoyaran.

Si algo han demostrado movimientos así es que se puede lograr mucho en poco tiempo, en vez de ponerse a esperar a que generaciones y generaciones simulen, esperen y sean callados, gastando el tiempo de sus vidas mientras tratan de mejorar las cosas jugando "por las reglas". ¿Cuántas generaciones perdidas más hace falta para ver que eso no funciona? ¿Una, dos más? ¿Lo vale?

Yo, mientras estuve en Cuba, nunca tuve valor para unirme a la resistencia pacífica. Pero al menos no fui tan cínico o tan ingenuo como para unirme al coro de los que alegan "mercenarismo", que es lo que los chicos de La Joven Cuba hacen. Una cosa es tener miedo o apatía y no participar, y la otra es cooperar con La Historia Oficial del poder. Esto último, consciente o inconscientemente, no es más que oportunismo.

*Nota: El título de esta entrada se refiere al documental "Una Fuerza Más Poderosa" (A Force More Powerful), que explora la Historia de la resistencia pacífica y la desobediencia civil con especial foco en lo táctico y lo estratégico. No es una producción idealista, sino un acercamiento al potencial de este camino, las ventajas de su poder mediático y las razones de sus triunfos a partir del análisis de seis ejemplos: la India colonial, la Dinamarca bajo ocupación nazi, el sur segregacionista de Estados Unidos, la Polonia comunista, el Chile de la dictadura y la Sudáfrica del apartheid. Altamente recomendado.

lunes, 7 de noviembre de 2011

La Historia Oficial IV (final): Los que sí creen.


Max Lesnick y Harold Cárdenas
© "La Joven Cuba", todos los derechos reservados

En la década de los 80, el dramaturgo y futuro presidente de la República Checa, Vaclav Hável, añadió a su lista de performances de protesta uno muy particular. Él y otros disidentes de la entonces Checoslovaquia se videograbaron mientras jugaban en una caja de arena. Lo hacían porque habían visto que la represión del gobierno, las golpizas y el calabozo, llegaban más tarde cuando les tomaba trabajo procesar un comportamiento tan extraño. ¿Los disidentes se comportaban como niños jugando con cubitos y paletas en un cajón de arena? Pero la metáfora era clara. Así veía el gobierno comunista a sus ciudadanos: como niños relegados a jugar, a recrear actividades de mentirita hechas para distraerlos. Jugaban en la arena para simbolizar que no se les permitía hacer nada.




He sentido una experiencia similar, de ver a niños relegados a juegos sin sentido, visitando un blog en el que participo con cierta frecuencia. Ese blog se llama La Joven Cuba, y allí he visto un poco eso a lo que se refería Vaclav Hável. He visto muchachos que juegan los juegos de la Revolución, pero sin la ironía de los disidentes checos. Esta vez va en serio

Espero que sepan perdonarme una introducción tan mala. Quizás debí empezarla diciendo que es un blog administrado desde Cuba por tres jóvenes matanceros: Harold, Roberto y Osmany, que estudiaron en la Universidad Central de Las Villas. Quizás no debí empezar refiriéndome a ellos como niños. No es mi estilo empezar por las conclusiones. Detrás de esas palabras tan aparentemente burlonas hay un profundo respeto por este trío de cubanos. Su blog es esa rarísima mezcla que es ser oficilalista e independientemente a la vez. Lo llevan desde la Universidad de Matanzas, centro de trabajo de dos de ellos, y en él he encontrado un blog que defiende a la Revolución acérrimamente sin estar exento de críticas aisladas a la misma. Muchas veces repiten los lugares comunes de la propaganda de sitios como Cubadebate o Rebelión, pero en algunas ocasiones se hacen preguntas que cuestionan la hegemonía de ese eufemismo que en Cuba llaman “el Poder”.


Esas particularidades, un blog independiente que habla de política desde las posiciones del gobierno pero sin adherirse totalmente a ellas, le han atraído la atención de colegas más adultos. Los han contactado gente tan dispar como Ted Henken o Max Lesnick (este último se puede ver en la foto portada) así como el periodista estadounidense Tracey Eaton, quienes les hizo tres entrevistas, a mi entender muy buenas.


Harold Cárdenas from Tracey Eaton on Vimeo.



Roberto González Peralo from Tracey Eaton on Vimeo.





Y no creo que sean buenas porque sus criterios tengan peso, rigor u originalidad. Creo que son buenas porque transmiten que estos muchachos realmente sienten lo que dicen.

La Joven Cuba es uno de esos pocos blogs pro-castristas donde existe un espacio de comentarios casi carente de moderación previa. Puedes escribir tu opinión y, si no contiene ciertas palabras soeces, nombres que prefieren evitar o enlaces a sitios web, tu comentario es colgado al instante. Eso, por supuesto, ha convocado a todo tipo de visitantes, algunos ya habituales del lugar, que vierten fácilmente más de cien comentarios diarios. Están los que defienden al gobierno cubano con todas las armas, y están los detractores de igual intensidad. No voy a contar cuántos son de cada lado o quiénes exponen sus argumentos mejor porque me falta objetividad para tener una opinión creíble. Aún así, en vez de quedarse cada cual en sus sitios como normalmente ocurre debido a una exagerada censura, todos han confluido en ese pequeño blog llamado la Joven Cuba (LJC a partir de ahora).

LJC tiene reglas previamente aclaradas, por supuesto. Entre las que se pueden leer en su Código de Ética está no permitir el discurso sordo a la opinión contraria, ni el fomento de la agresión a figuras públicas o no públicas. De más está decir que la primera regla es violada a trocha y mocha por muchos comentaristas, pero ahí se mantiene, como una declaración de principios de los moderadores.

Un día, entre esos comentarios acalorados que me salen cuando me encuentro con gente con quienes es imposible comunicarse, se me ocurrió llamar cobarde a Fidel Castro. Es una opinión que mantenga y, visto lo visto, no tiene nada de extraño. Pero es incómoda. O al menos debió serlo si al día siguiente me encontré con este correo de la administración del blog:

“Melkay toleramos en el blog cualquier comentario independientemente
de su posición ideológica pero lo que no toleramos y lo aclaramos bien
en el código de ética son l
as ofensas a los comentaristas o a los
líderes de la Revolución.

Si no estás preparado para escuchar lo que dicen los demás entonces no
participes en LJC. En varios comentarios le llamas cobarde entre otras
cosas a Fidel, es tu opinión y te la respetamos pero las dices en tu
blog que para eso tienes uno, en esto no lo soportaremos más.

Hemos baneado a
varios comentaristas por no seguir las reglas, te
estaremos observando y no dudaremos en prescindir de ti si continúas
comentando de esa forma.

Saludos”


Ante esta advertencia entendí que era absolutamente razonable. Su blog, sus reglas. De hecho, fui proactivo y pedí varias veces a los otros comentaristas, quienes violaban esa regla tanto o más que yo, que se adhirieran a ellas. Pensé que entre todos se podía mejorar un espacio de debate que ya era muy valioso, ya que jóvenes universitarios en Cuba podrían leer ideas diferentes ahí que no se censurarían, de la forma que se censuran en otros blogs como el de Enrique Ubieta o el de Silvio Rodríguez. Unos foristas me hicieron caso, otros no, y la cosa sigue más o menos igual. A los pocos días recibí otro correo de LJC:

Melkay, gracias por la ayuda que brindas para mantener las normas del

blog. Es una pena que un mensaje que te enviamos de manera privada lo
hayas hecho público en el blog. No es el primero que enviamos pero es
la primera vez que no
se respeta la privacidad de esta comunicación.

No hay problemas con eso, no es un secreto pero si quisiéramos hacer
público lo que hablamos con los comentaristas pues lo hacemos en los
comentarios.

Tampoco estarán contentos con que las publique aquí, por supuesto, pero en cualquier caso siento que no me queda mucho antes de ser banneado allí. Las advertencias fueron claras, las provocaciones en los comentarios son muchas, hay demasiados errores que corregir y es muy difícil analizar problemas sin opinar sobre los responsables. Más que permanecer en el blog me interesa muchísimo hablar de ellos y sus opiniones. Creo que merecen apreciarse por lo que son.

Por ejemplo, del trío de entrevistas de Tracey Eaton la que mejor gusto me ha dejado es la Harold (cuyas participaciones en el blog me parecen las más razonables). Me ha parecido que, si bien no ha dicho todo lo que piensa, escogiendo muy bien sus palabras, sí piensa todo lo que dijo. Eso no es algo que merezca lástima, sino algo que hay que respetar mucho en Cuba. Las opiniones sinceras son plásticas, pueden cambiar, porque tienen un correlato con una apreciación de la realidad. Cuando la información cambia, o algún evento altera notablemente esa percepción, detrás se va la opinión. Una persona que miente sobre lo que piensa y modifica su discurso para contraponerse a un rival (como abunda tanto entre los comentaristas de LJC) es imposible de corregir: su opinión parte de una tozudez enraizada en el resentimiento a ese otro y no es ‘opinión’ en lo absoluto, sino un arma.

Por supuesto, yo no coincido en muchas cosas que Harold dice. No creo en el mérito de insertarse entre dos extremos, o de señalar "matices", como manera de alcanzar una relativa imparcialidad. De hecho, eso lo toqué en mi última entrada. Creo que la verdadera honestidad intelectual sabe reconocer cuándo la realidad confirma lo que parecía extremo. Ese es uno de los grandes problemas de muchos jóvenes que viven en Cuba: el discurso de los critican más íntegramente al Poder les parece exagerado porque no pueden concebir cómo su gobierno sea capaz de tanta torpeza, tanta maquinación, tanta crueldad. Por eso los tildan de extremos. Por supuesto, queda relegado a la subjetividad; probablemente él me vea a mí como uno de los extremos. Pero en Harold veo a un tipo de persona que he visto tantas veces antes… el joven indeciso que tiene mucho por aprender a través del debate y del acceso libre a la información. Así aprendí yo, un joven que fui como él.

Otros desacuerdos: me parece risible pensar con optimismo que las transmisiones de las últimas sesiones de la Asamblea General fueron expandidas. No lo fueron. La evidente manera en que fueron editadas en televisión fueron un insulto a la transparencia, eliminando críticas, justo cuando iban a empezar, de delegados que desafortunadamente siempre votaron el unánime . De hecho, me insulta incluso más que nuestro parlamento se siga reuniendo sólo dos veces al año, dejándole el trabajo al incluso menos democrático Consejo de Estado.

Me parece mal que Harold se sume a las insinuaciones habituales de los blogueros que todos conocemos, esas difamaciones tan repetidas que vienen con la hegemonía de la información oficialista. Me parece ingenuo que Harold se sorprenda que Yoani pueda twittear con tanta frecuencia si a ellos apenas se les carga twitter. Los extensos historiales de twitter de personas tan variadas como Iroel Sánchez o Elaine Díaz muestran que Yoani está en la regla, no la excepción. Para twittear sólo hace falta internet. Todos han visto cómo el bloguero OLPL pide en twitter recargas para su móvil que recibe de contribuciones individuales solidarias de todo el mundo, porque él mismo no puede pagar los costos tan altos de twittear desde su teléfono. Harold nunca ha ido a la casa de estos blogueros a ver cómo viven y cuán comunes son sus vicisitudes cotidianas. Está mal que Harold afirme que sabe cómo vive Yoani Sánchez si nunca ha ido a su casa. No estaría mal que la llamara y le preguntara si puede hacerle la visita. Yoani recibe en su casa mucha gente de muchas vueltas de la vida.

Otra cosa que me parece desafortunada es que Harold confunda (muy convenientemente) la crítica descarnada pero fundamentada a la Revolución con una 'destrucción de su imagen, ya que no pueden destruir su esencia'. Mi opinión, compartida por muchos, es que esa "esencia", ese objetivo que la Revolución ha relegado siempre a la retórica, ha sido un flagrante préstamo de los valores democráticos y liberales que pululan por Occidente. Transparencia, igualdad ante la ley, libertad, un proyecto social que ayude al conjunto de la sociedad... nada de eso es de la Revolución. Todos los demócratas del mundo quieren (queremos) eso. Eso es lo que piden esos 'extremos' que desconciertan tanto a Harold.

No quiero dármelas de poseedor de una única verdad, pero la Historia de este último medio siglo ha dejado al desnudo el verdadero espíritu de ese ‘proceso’ tan estancado. La ‘esencia’ de la Revolución está en su flexibilidad ideológica, extrema hasta el punto de la desaparición. La Revolución se sostiene en una retórica, en una apología, en… ninguna sorpresa… un discurso. El discurso, debido a la evasión casi total de voces que lo contradigan, siempre ha sido una doctrina. La palabra del papa. Lamentablemente, cuando es llevada a la experiencia, esa ideología se transforma, se tergiversa y se olvida siempre por mantener ese objetivo inalterable: defender a los que mandan. Punto. En pos de justificar a la máxima dirigencia de la Revolución (que va más allá de Raúl y Fidel, englobando a toda la interesantemente llamada “generación histórica”) se hará y se dirá todo lo que haga falta, aunque eso implique reorientaciones incongruentes, perdones a puertas cerradas y depuraciones saturninas.

Esa actitud ha contagiado a toda la sociedad. Durante tantos años mi abuela, ingenua como fue en vida, se quejaba de las dificultades de nuestro país y de la indolencia del gobierno, siempre para terminar diciendo: “si Fidel se enterara de todo esto… ¡ahí sí!” No sé si lo decía automáticamente o lo creía en serio. El caso es que Fidel siempre supo. Fidel siempre lo tuvo claro. Harold, Roberto y Osmany tampoco ven con buenos ojos que se insulte (no importa cuán justificadamente) a Fidel Castro en su blog. Hay cosas que no están dispuestos a oír. Es precisamente con las Reflexiones de Fidel y de los discursos de Raúl con los que apuntalan sus críticas al estancamiento cubano. No están dispuestos a ponerlos en duda. Raúl, después de todo, quiere cambios al igual que ellos. En sus discursos, Raúl exige una nueva mentalidad, más abierta, más transparente, más sincera… y exhorta a su cumplimiento. Pero, ¿a quiénes exhorta? Al Gobierno y al Partido, estructuras centralizadas y verticales que están bajo su dirección. Entidades que rigen la vida del país y que él, Raúl Castro, puede cambiar de arriba a abajo en menos de un mes, tan sólo con tres o cuatro decretos-ley.




Es posible que haya preferido no pensar mucho en esas incongruencias. Y si realmente las pensó sólo pudo haber llegado a una conclusión: Raúl es un hipócrita. Entonces, ¿cómo acudir al llamado de un “espacio de debate franco” que propone La Joven Cuba sin poder decir verdades aparentes que dejan muy mal parados a los líderes de la Revolución? ¿Qué tipo de mentalidad signa esa contradicción?

Ellos, desafortunadamente, reciben su santo y seña de Raúl, que critica políticas pasadas mientras exonera a Fidel y a sus compañeros de gobierno de toda culpa. La mejor radiografía de esta actitud la encontré en las palabras del cubano Mijail Bonito Lovio, cuando criticó aquel famoso discurso de Raúl que decía “o rectificamos o nos hundimos”.

La principal causa de los errores cometidos, según Raúl Castro en su discurso han sido la “falta de cohesión, organización y coordinación entre el Partido (Partido Comunista de Cuba) y el Gobierno…”. Es asombroso que, siendo todos los Ministros, miembros del Buró Político del PCC o de su Comité Central pueda existir descoordinación. La misma persona que participa en la toma de decisiones políticas en la cúpula del PCC es la encargada de dirigir el Ministerio que debe ejecutar las medidas. Nunca nadie en la historia ha estado descoordinado consigo mismo. El mismo Raúl Castro es Segundo Secretario del PCC y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

(…)

La “llamada generación histórica” no está sujeta a las limitaciones legales del resto. Ellos tienen la autoridad moral para señalar el camino, enmendarlo, y así piensan imponerlo hasta el fin de sus días. Todas las Constituciones Monárquicas, de una u otra forma, declaran la irresponsabilidad regia. Ni Raúl ni Fidel ni los miembros de la generación histórica se someten al escrutinio del resto. La razón es muy simple, su autoridad moral equivale al viejo aforismo británico: “The king can do no wrong”

(…)

Este señor [Raúl] nos afirma que debemos rectificar nosotros, los ciudadanos, cuando ha sido él y su “generación histórica” los que desvirtuaron el carácter de un proceso de restauración democrática en una tiranía corrupta, signada por la mentira de sus propios funcionarios, como él mismo repite una y otra vez en su discurso.


No puedo estar más de acuerdo con Mijail. A las cosas hay que llamarlas por su nombre.
Ese es el verdadero reto, el más grande y más difícil de la juventud en Cuba. Piensan que se puede se puede ser consecuente con nuestros impulsos rebeldes y renovadores sin romper la continuidad que han trazado los ancianos. Piensan que es mejor criticar respetuosa(cautelosa)mente los problemas menos acuciantes y conformarse con migajas de soluciones. Quieren no ser agrupados junto con todos esos ‘extremistas de internet’ que son tan mal mirados por los ‘Sabios’ como Lesnick. Pretenden devolverle lo revolucionario a la Revolución apoyados sólo en su retórica, cuando en Cuba, aún hoy, a la retórica ‘humanista’ siempre se le antepone el culto a la personalidad.

Piensan que esta vez sí pueden arreglar las cosas jugando sólo con la cadena.

La evidencia irrefutable de que así no se irá a ninguna parte es que el que está jugando con la cadena es el mono. Y La Joven Cuba sólo está participando de su juego.



Por eso los han “respetado muchísimo”. Porque a gobiernos como el de Raúl, que buscan ganar tiempo a toda costa, le convienen mucho estos tontos útiles.

- Melkay -



“La tiranía es una misma en sus varias formas, aún cuando se vista en algunas de ellas de nombres hermosos y de hechos grandes.”
- José Martí



PD:
Dejo una entrevista, también hecha por Tracey Eaton para la misma serie, donde habla Ernesto Hernández Bustos, de Penúltimos Días. Más allá de los particulares de sus posiciones, se esté de acuerdo o no con ellas, existe una profundidad de pensamiento que no tienen las entrevistas a estos tres jóvenes.

Ernesto Hernandez Busto from Tracey Eaton on Vimeo.


PD2:
Las entrevistas que Tracey Eaton realizó por toda Cuba y Estados Unidos no lo convencieron de que Yoani Sánchez fuera un invento mediático. Manifestó esto en su reacción a aquel famoso video de la conferencia del MININT:

"El experto, Eduardo Fontes Suárez, repite la idea de que Yoani Sánchez es una “gran fabricación.” No he visto pruebas convincentes de ello. No creo que su popularidad creció como parte de un plan preconcebido e inventado en el extranjero. Sánchez desarrolló un público fiel porque su mensaje es aceptado entre muchas personas que quieren un cambio en Cuba. Ella escribe bien. Es inteligente. Sabe usar la tecnología. No me sorprende que tenga más de 100.000 seguidores en Twitter. Esa es la naturaleza del Internet —todo crece a un ritmo exponencial."

- Tracey Eaton, febrero 2011