Hay días en los que puedes discutir con un marxista y logras que reconozca sus errores. Hay otros, quizás la mayoría, en los que no puedes. El marxista inconvencible es fácil de identificar. No importa cuántas veces le refutes sus mitos y falacias, se empecinan en seguir hablando de clases, de 'burguesía', de un 'Estado burgués' y otro de 'la clase trabajadora', de explotación, de gobernantes al servicio del proletariado. Ahí me doy cuenta de que la charla no llegará a ningún sitio porque estoy conversando con un fanático religioso, y ningún religioso se vuelve agnóstico en un día.
"El marxismo ha sido la mayor fantasía de nuestro siglo. La influencia que él tuvo, lejos de ser el resultado o prueba de su carácter científico, se ha debido casi enteramente a sus elementos proféticos, fantásticos e irracionales."
- Leszek Kolakowski
El marxismo es religión pura. Para mostrarlo, nada mejor que una buena analogía. ¿Nunca notaron los parecidos entre el marxismo ortodoxo y el catolicismo medieval? Es una ideología que enseña a sus seguidores a esperar la llegada del Mesías y el paraíso terrenal (el Socialismo), que será heredado por el pueblo elegido (el Proletariado) para lo cual antes tendrá que ocurrir el Apocalipsis (que se agudicen al máximo las contradicciones entre explotadores y explotados, con la subsecuente revolución social). Sostienen que existía un Edén anterior al pecado original (la comunidad primitiva sin propiedad privada) y tras ella comenzó la vida terrenal, llena de pecado (o de 'explotación del hombre por el hombre').
A ese punto se llegará inexorablemente, porque así es el plan divino (el materialismo dialéctico). Pero su llegada más rápido en la medida en la que surjan más fieles que estén con Dios (que los trabajadores ganen 'consciencia de clase') y que menos personas se dejen seducir por Satanás (la propaganda explotadora burguesa/imperialista). Esto ha sido manifiesto así en un texto sagrado de revelaciones (Das Kapital), que anuncia el segundo advenimiento del Mesías (la dictadura del proletariado) luego del cual se hará realidad la promesa de vida eterna sin dolor de ninguna clase (terminará la escasez y cada cual dará según su capacidad y recibirá según sus necesidades). Se espera también el Juicio Final (los juicios a los enemigos de la revolución/el pueblo) pero hasta entonces transcurrirá un largo periodo de reinado del Mal (Capitalismo). Es un periodo difícil, pero que anuncia que el fin de los tiempos está cerca.
Para sortear esos obstáculos existe la guía de una orden de iluminados clericales (la vanguardia revolucionaria) que entienden mejor las enseñanzas de los profetas (Marx, Lenin, Mao, Kim Il-Sun, Castro), que avanzarán la Guerra Santa (las conquistas violentas del proletariado) y las misiones de caridad (el internacionalismo proletario), siempre bajo la dirección divina y doble de la Corona y la Iglesia (el Gobierno Popular y el Partido).
Hasta ahora, la práctica de estas ideas sólo ha implicado lograr que un grupo alcance el poder, perpetuarlo ahí y defenderlo a toda costa, aunque eso implique justificar alianzas inconcebibles, reorientaciones abruptas, perdones estratégicos, purgas internas e invenciones constantes de enemigos interiores, exteriores y anteriores. En el camino, este grupo poderoso va invadiendo todas las áreas de la vida que puede, perpetuando la pobreza, la ignorancia, la intolerancia y el aislamiento.
Y todo esto en nombre de los pobres y sufridos de la Tierra.
Por todo esto, es enteramente normal que el marxismo sea tan anti-religión. Al igual que el cristianismo medieval, el marxismo necesita hablar mal de otras religiones. Compite con ellas. Ha reciclado muchos de los mismos arquetipos. Ha usado el mismo esqueleto cultural para poner en él sus ídolos. Y como mismo hemos aprendido a convivir pacíficamente con las religiones, haciéndolas de ámbito privado, evitando que se las persiga con el Estado y que usen al Estado ser impuestas a la gente, creo que tendremos que hacer lo mismo con el marxismo. Que la adoración a Marx termine siendo de índole privada y que nunca más se mezcle con la política.
- Michel -
pd. para leer un análisis profundo de las raíces religiosas de la filosofía Marxista, recomiendo este trabajo de Murray Rothbard.
pd. para leer un análisis profundo de las raíces religiosas de la filosofía Marxista, recomiendo este trabajo de Murray Rothbard.